La Catedral

¡Tanto trabajo reunido en un solo lugar! Son miles de personas implicadas durante siglos para llegar hasta aquí. Las dimensiones espectaculares, los detalles, el sonido retenido y vibrante de las oraciones insistentes…

Ahora se paga una entrada y te entregan una audio-guía. Seleccionas el idioma y entre sala y sala vas escuchando la explicación.

Pensamos que tenemos conocimiento, pero no sabemos nada. Nos parecemos a una hormiga en su macetero que pasa su existencia afanada en lo que marca su impronta.

Afortunadamente es la ignorancia lo que nos hace crecer, la búsqueda de respuestas el aliciente para dar el paso siguiente; la caída lo que nos permite levantarnos. Son los errores los que nos indican el camino. Por suerte, nuestra capacidad para cometerlos parece ilimitada.

La altura de las cúpulas gobierna el espacio. El gótico estira sus brazos al cielo con la esperanza de llegar más cerca de Dios. Ayer no se permitía dudar, hoy no se duda en permitirlo. Son el arte y la historia lo que se exporta como valor universal, aquello que podemos medir.

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Me dejo sorprender.

Sinceramente espero no perder nunca esa capacidad.

La verdadera historia se me escapa de las manos, me faltan tantas herramientas como estrellas brillan en el cielo. De todas formas, cada nueva experiencia me va contando lo poco relevante de este hecho: (conocer LA VERDAD de las cosas). Me desgasto demasiado con detalles anclados, con escalones firmes donde poder apoyarme cuando «lo esencial es invisible a los ojos»… Necesito tener la sensación de movimiento, navegar a cielo abierto, aunque los remos sean de caramelo, y el mar de papel de plata.

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La vida es un cuento mezclado con cientos de relatos entre miles de narraciones fabulando en forma de parábolas sobre un detalle anecdótico de la historia del universo.

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Camino entre turistas donde se permiten hacer fotos sin flash. Me doy cuenta que hay muchas personas que desconocen como se desactiva este dispositivo en sus flamantes aparatos. Me pregunto que hace cada uno con sus imágenes. Se las enseña a sus amigos, las revisa en su casa, las imprime para pegarlas en su álbum de viajero, las deja aparcadas hasta que desaparecen ese día menos pensado que siempre llega…¡Quién sabe!

Mis fotografías se colocan ordenadamente en este espacio virtual. Voy buscando una perfección que no encuentro mientras intento no lamentarme por ello. Al comenzar el año con la llegada de nuevos propósitos me estaba planteando dejar RADIOfotoGRAFIANDO. Comencé esta aventura hace ya tiempo y me da la impresión de estar caminando en círculo. Los viernes cada vez llegan más pronto a mi ventana y comienzo a sentir el peso de una obligación autoimpuesta a mis espaldas.

«Mirar hacia adentro y mirar hacia afuera.
Dejarse sorprender por un detalle que debería pasar inadvertido.
Despojarse del peso que crece dentro de mi con el paso del tiempo.
Limpiar los rincones oscuros y olvidados.
Lanzar barcos de papel al cauce de los ríos, mensajes ocultos en botellas de náufrago, globos de helio que asciendan a la atmósfera.»

Así empezó esta aventura: (Siempre hay un principio). Pero en el análisis inicial no contaba con lo que llega desde el otro lado, con lo que viene a depositarse en el buzón de vuelta. Cuando quemas mensajes para que el humo se los lleve no esperas retorno.

Viendo el esmero con el que los artesanos completaban miles de hojas repetidamente talladas en la madera de la sacristía, reviso mis decisiones.

Tengo canciones que esperan, melodías que me golpean violentamente la cabeza, pensamientos divergentes que pretenden confluir, el guardián de los pasillos, el tiempo en Estelí, Emilio de Benito, el paseo de las seis… Son las decisiones que tomamos las que nos modelan… ¡hay tantas cosas que hacer y tan poco tiempo…!

Una semana más vuelvo a repetir suerte. El final llegará, esto es seguro, pero no sé cuando será ni el tiempo que nos queda. En ralidad… ¿Quién podría saberlo?

A la salida dejo una puerta abierta al resto de imágenes:

Catedral de Burgos

Roberto Molero

8 comentarios

  1. No dejes radio fotografiando, ya forma parte de mi universo en el paseo, no muy largo, que hago por esta caja negra que se ilumina cada día con las aportaciones de mis muy selectos amigos. Me gustan tus palabras y tu sensibilidad ante lo que observas. Por favor.

  2. El mundo cambia lento pero sin pausa. Todo espectáculo requiere un tiempo cada vez más precioso, y en ocasiones no devuelve el mismo favor de la entrega. La verdadera magia es poder seguir intentando lo que sea.
    Un abrazo, brother.

  3. Con la cantidad de veces que he estado allí y la forma diferente que tienes de ver las cosas.Gracias por abrirme los ojos y los sentimientos.

  4. Las imágenes y los comentarios de la catedral increíbles , tus sentimientos humanos , realmente sí crees que debes de empezar otra etapa , hazlo, a mi personalmente me quedaría sin ver lugares que nos enseñas con tus descripciones, tu sentir ……, se tu mismo, encuentra tu camino

  5. Mientras puedas, no lo dejes. Estoy segura de que te arrepentirías. Hay que seguir.
    Un abrazo. Mar.

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